Entre los signos más visibles del envejecimiento, están los cambios que sufre la piel con la edad. Estos cambios dependen de algunos factores como la nutrición, la naturaleza genética de cada persona y factores ambientales: la piel tiende a adelgazar y a perder elasticidad. Por eso no es extraño ver, en personas de ciertas edades, caras de apariencia flácida o caída.
La Blefaroplastia es una cirugía que remodela los tejidos perioculares (situados alrededor de los ojos). Rejuveneciendo el aspecto facial mediante la reparación de los signos del envejecimiento, como son los párpados caídos y las bolsas de los ojos.
Dermatocalasis. Consiste en la caída de la piel del párpado más allá del borde del mismo. Con reducción del campo visual e incluso de la visión. En algunos casos el problema es estético, pero en otros hay una pérdida real de visibilidad. La pérdida de elasticidad de la piel y el tejido subcutáneo y muscular de los párpados, sobre todo de los párpados superiores.
En otros casos es el tejido conectivo y de sostén de alrededor de los ojos el que se ve afectado. Permitiendo que la grasa orbitaria, que protege y “acolcha“ el globo ocular dentro de la órbita, empuje y se descuelgue hacia delante, dando lugar a las llamadas “bolsas“. Para estos problemas no existen medicamentos eficaces y, en la actualidad, el único tratamiento eficaz es quirúrgico.
En qué consiste
La blefaroplastia es una intervención ambulatoria, que se practica bajo anestesia local y sedación, lo que la hace indolora. Consiste en eliminar la piel y la grasa sobrante, a fin de ampliar el campo visual patológicamente reducido.
Hay que tener en cuenta que la blefaroplastia tiene un efecto cosmético. Ya que confiere un aspecto más joven a la expresión del rostro. Pero no debe confundirse con el lifting cosmético, y no pretende corregir arrugas perioculares de expresión (patas de gallo).
La operación finaliza con la sutura de la piel, se practica con un hilo muy fino, se retira entre 6 y 9 días tras la intervención. Al principio suele quedar una cicatriz fina disimulada en el pliegue de los párpados, o justo por debajo de la línea de las pestañas, que con el tiempo será prácticamente invisible. Durante las primeras semanas tras la operación, las cicatrices se verán algo irregulares y enrojecidas, esto es perfectamente normal.