La neuritis óptica es una inflamación que se produce en el nervio óptico, el nervio sensitivo encargado de transmitir desde la retina hasta el cerebro la información visual. Esta inflamación, debido a la hinchazón del nervio, puede provocar lesiones en las fibras nerviosas y producir una reducción súbita de la visión en el ojo que ha sido afectado. La pérdida de la visión, según los casos, puede ser temporal o permanente.
Los principales síntomas que aprecia la persona que padece una neuritis óptica son la pérdida de visión en un ojo durante un periodo de tiempo, dolores al mover el ojo, visión borrosa, percibir menos contraste en la imagen y una ceguera parcial a los colores.
Para poder diagnosticar si el paciente sufre neuritis óptica y descartar enfermedades que pueden estar relacionadas, el oftalmólogo realiza diversas pruebas oftalmológicas como:
- la exploración visual del disco óptico del paciente (mediante la oftalmoscopia indirecta),
- un examen de la visión cromática,
- un examen del campo visual,
- así como de la agudeza visual.
- En algunos casos se hace necesario realizar otro tipo de pruebas adicionales. Con el objetivo de concretar la causa de la neuritis para aplicar el tratamiento más adecuado.
Actualmente se desconoce qué causa exactamente la neuritis óptica. Hay muchos factores que podrían originar la inflamación del nervio óptico.
Por ejemplo, algunas enfermedades que están relacionadas con la aparición de ésta, tales como:
- la Esclerosis múltiple
- las infecciones virales (como el sarampión, la varicela, etc.)
- y las infecciones bacterianas (como la meningitis y la tuberculosis entre otras)
- Algunas infecciones respiratorias
- y algunas enfermedades autoinmunitarias también pueden llegar a provocar una neuritis óptica.
Es frecuente que en ciertos casos en los que el paciente no sufre enfermedades como las nombradas anteriormente, tienen altas posibilidades de recuperarse. Frecuentemente la visión vuelve a la normalidad tras pasar dos o tres semanas sin necesidad de aplicar ningún tratamiento.
Si se experimenta cualquiera de estos síntomas, es importante acudir al oftalmólogo para que efectúe un diagnóstico y determine el tratamiento más adecuado.