Primavera y otoño son dos estaciones complicadas para quienes padecen alergias. Además de la congestión, los picores y estornudos puede aparecer conjuntivitis alérgica.
¿Qué es la conjuntivitis alérgica?
Como toda conjuntivitis, se trata de la inflamación de la conjuntiva -membrana delgada que cubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del globo ocular-.
Está causada por el contacto de alérgenos naturales como el polen, algunos hongos, el pelo o los ácaros, químicos, humos, etc. También puede deberse al uso prolongado de lentes de contacto, así como a otras patologías relacionadas con el ojo seco.
Principales síntomas
- Picor intenso
- Ojos llorosos
- Enrojecimiento
- Visión borrosa
- Ligera inflamación del párpado
- Sensación de cuerpo extraño en el ojo
- Secreciones viscosas
- Fotofobia
Prevención
Es importante conocer las alergias que se padecen para evitar el contacto con las sustancias que puedan provocar una conjuntivitis alérgica.
En general recomendamos prestar atención a los filtros de los aires acondicionados, limpiar con aspirador, especialmente las alfombras. Evitar salir a la calle los días con niveles altos de alergenos a los que se sea especialmente sensible y, si fuera necesario, protegerse convenientemente y limitar la ventilación.
Dependiendo del tipo de alergia, puede ayudar usar tejidos anti ácaros, principalmente en la ropa de cama.
Tratamiento
Antes de aplicar ningún tratamiento es necesario acudir a tu oftalmólogo de confianza para que analice los síntomas, diagnostique -si fuera el caso-, la conjuntivitis y determinar la causa. Así podrá diseñar el tratamiento más adecuado para el paciente.
En la mayoría de ocasiones, la conjuntivitis alérgica se trata con colirios y pomadas compuestas por antiinflamatorios, corticoides o antihistamínicos, así como con lágrimas artificiales.