La rejilla de Amsler es una herramienta, creada en 1945 por el oftalmólogo suizo Marc Amsler (1891- 1968). Para detectar indicios de problemas oculares como degeneración macular, depósitos presentes en la mácula, miopía alta con degeneración en la retina, síndrome de histoplasmosis ocular, entre otras patologías.
La rejilla de Amsler consiste en un tablero a modo de rejilla con líneas rectas horizontales y verticales que se cruzan perpendicularmente. En el centro se dispone un punto negro. Los resultados de este test permiten al oftalmólogo detectar, de manera prematura, importantes enfermedades oculares.
Esta prueba valora los 20 grados centrales del campo visual cuando se observa la rejilla a 30 cm.
Para realizar el examen:
El paciente (sin quitarse las gafas ni las lentillas) debe taparse un ojo; y con el otro debe fijar la vista en el punto del centro. Si el paciente no tiene ningún problema visual, verá todos los cuadrados de la rejilla dispuestos simétricamente y formados por líneas rectas.
Si el paciente tiene algún problema visual, éste puede percibir las líneas de la rejilla de manera diferente.
Puede notar cierta distorsión en los cuadrados.
En algunos casos el paciente sufre metamorfopsia:
Si padece una distorsión visual consistente en la alteración de la percepción del tamaño o la forma de los objetos.
Sin embrago, si el paciente describe las líneas como líneas oblicuas en vez de líneas rectas tal y como se disponen en la rejilla del test.
Esto podría estar relacionado con las afecciones de coroides y retina. Una de las enfermedades que produce la metamorfopsia es la degeneración macular (DMAE). Que produce una disminución de la visión al afectar al centro de la mácula.
Otra de las distorsiones visuales que puede sufrir el paciente es aquella que hace que en la rejilla, el paciente perciba algunas zonas borrosas o áreas de no visión. A este tipo de distorsión visual se le llama escotoma, una zona de ceguera parcial. Puede ser síntoma del inicio del glaucoma.
La rejilla de Amsler es solo una prueba orientativa. Por su sencillez e importancia, merece ocupar un lugar destacado dentro de la compleja y, cada vez, más sofisticada maquinaria de la exploración oftalmológica.
